miércoles, 28 de septiembre de 2011

Capítulo 9. Sola.

 Pov Cris:

Me levanté del suelo torpemente con el zapato en la mano, me limpié las hojas que se me habían quedado enredadas en la ropa y me sacudí el barro.
¿Porqué había un zapato en el bosque? Fue lo primero que se me paso por la cabeza pero luego deseché la idea de que debería de ser de algún campista, pero no era posible por que el zapato eran unas converses muy gastadas. Cogí la cámara y le eché unas cuantas fotos y lo metí en la mochila, ya lo tiraría después a la basura. Miré el reloj y vi que era demasiado tarde y que debería ponerme en marcha ya que si quería llegar a tiempo a cenar y más vale que fuera por que o sino mi madre se pondría histérica, tendría que empezar a andar.
Llegué al instituto en dos minutos y crucé el aparcamiento para llegar hasta la salida, apreté el paso para ir más rápido. Llegué a mi casa agotada, el paseo había dado sus estragos. Abrí la puerta de mi casa, me dirigí a la cocina y me encontré con una nota en el frigorífico.

Cariño, tienes la cena en la nevera, hemos ido a casa de unos socios de tu padre, llegaremos tarde, no nos esperes levantada, tus hermanas están con nosotros.

                                                                                                         Te quiero, cariño.

Vale me habían dejado sola. Perfecto. Era lo que necesitaba, estar relajada, sin interrupciones, para poder pensar… Fui al baño, me quité la ropa sucia y la metí en en el fondo de la ropa sucia para que mi madre no se diera cuenta, si llega a saber que me había metido en el bosque sola le daría un ataque.
Abrí el grifo del agua caliente, esperé a que se llenara la bañera y me metí dentro poco a poco sintiendo como el agua ardiendo me quemaba la piel, pero no me importaba al contrario me encantaba.
¿De quién será ese zapato? ¿Será de algún excursionista? No creo, estaba muy cerca del instituto. ¿Por qué había un zapato ahí? Todas estas preguntas se me pasaron como un relámpago por la cabeza, pero no tenía respuestas. Me sacó de mis pensamientos un ruido fuera.
-          ¿Hay alguien ahí? – dije asustada. Pero no hubo respuesta.
-          ¿Mamá eres tú? – volví a preguntar, pero tampoco hubo respuesta.
-          Cristina, habrá sido un pájaro en una rama.
La piel de las manos empezaba a arrugarse y decidí salir, me arreglé el pelo un poco y me puse mi pijama.
Fui hacia mi habitación y encendí el ordenador, que tardó lo suyo por que no había muy buena cobertura en el pueblo.
Abrí el correo para ver si había correos de mis amigos y así era. Tenía seis de mis amigos, que todos ponían lo mismo. ¿Por qué me había ido sin despedirme? ¿Cuándo volvería? ¿Si había hecho amigos? Y que me echaban muchísimo de menos.
Contesté a cada uno, lo que me llevo más tiempo de lo que quería, cuando acabé fui a coger la cámara para pasar las fotos al ordenador, pero no estaba, la cámara no estaba. Me puse a buscarla por todos lados pero no estaba en la mochila. Genial, solo me faltaba eso perder la cámara que tanto me había costado y por la que supliqué meses para que me la compraran. Sería mejor que mi madre no se enterara.
Me puse a hacer los deberes que me habían mandado ese día, que no eran muchos por lo que acabé muy pronto y fui a cenar, saqué la comida y me puse a comer sin ganas, cuando me comí medio plato lo tiré a la basura y lo fregué. Volví a subir a mi habitación y me puse a dibujar el zapato que me había encontrado en el bosque. Por lo menos tenía algo con lo que empezar. La caminata hizo efecto en cuanto me metí en la cama por que no recuerdo la hora en la que me quedé dormida pensando en el zapato.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Capítulo 8. Orden


Pov Logan:

Salí del cuarto de Cris por donde había entrado, estaba en estado de shock, no podía pensar con claridad. Fui caminando hasta llegar al bosque y me transformé, salí corriendo hacia la casa de Stephen y Zoe, tenía que contarles lo que había visto, seguramente estaban durmiendo, habían tenido patrulla dos días seguidos y ahora le tocaba a Vicky, pero esto era algo serio. ¿Cómo me había dibujado en forma de lobo? Y ese era yo por que los metamorfos cuando nos transformamos conservamos nuestros ojos de humano.
Llegué en cinco minutos y me transformé detrás de su casa donde siempre dejaban ropa para nosotros. Stephen al oírme salió corriendo en mi busca y al verme la cara de preocupación me preguntó que estaba pasando, detrás le seguía Zoe.
-          ¿Qué ha pasado? ¿Por qué traes esa cara? ¿Le ha pasado algo a Claire?¿Han cruzado la frontera?- Lo dijo tan rápido que me abrumé aún mas.
-          No le ha pasado nada a Claire y no han cruzado la frontera, es algo que tiene que ver conmigo. – Le contesté muy lentamente.
-          ¿Qué es? Me estas preocupando.
-          Hay una chica que se acaba de mudar. – Empecé diciendo- y el primer día Jake se hizo su amigo y ella le preguntó quién era yo porque se sentó a mi lado y después se subió en el coche de Jake…
-          ¿Eso es lo que te preocupa? ¿Qué sea amiga de nuestro enemigo? –Dijo Stephen riéndose de mi.
-          No…déjame acabar. – Le dije enfadado.
-          Vale, continua.
-          El otro día fui a su casa y me metí en su habitación…
-          ¿Cómo? ¿Te has colado en la casa de la chica?- Dijo Zoe, incrédula.
-          Se llama Cris y si me colé…- Dije un poco avergonzado.
-          ¡Nada de peros! ¡Te podían haber visto!- Dijo chillando.
-          Ya, pero no me vió, pero déjame acabar y luego me lo agradecerás. ¿Por donde iba?
-          Cuando te metiste en su habitación. – Dijo Stephen.
-          Así… me metí en su habitación y vi un blog de dibujo le eché una hojeada y habían lobos, ángeles, sirenas, bosques… pero cuando me giré en la pared había un lobo negro dibujado y al lado…un chico que tenía los mismo ojos que yo y se parecía a mí. – Vi la cara de Stephen, que no se podía creer lo que le acababa de decir.
Vale, había omitido lo del correo y lo de espiarla pero eso no era importante.
-          ¿Estás seguro que eras tú? –Dijo Zoe.
-          Zoe…creo que se como soy, y ese era yo, y además solo los metamorfos conservamos los ojos de humano y este lobo los tenía.
-          Logan… no te relaciones con esa chica, puede ponernos en peligro a todos y si es cierto que se junta con Jake y los suyos… - Dijo Stephen seriamente y sabía que lo de no relacionarse con Cris era una orden y que debería seguirla, pero no estaba seguro si quería seguirla…
-          Bueno me tengo que ir que mañana tengo clase. – Ya sabía yo que esto de ir a clase no sería bueno…
-          Vale, mañana nos vemos, adiós. – Dijo Zoe y Stephen.
Y se metieron en su casa. Me quité la ropa y la enterré y me transformé, fui a mi casa y sigilosamente escalé por la pared y me colé por la ventana de mi habitación. Ben estaba durmiendo y cuando duerme no hay ruido que lo despierte. Me quité la ropa y la dejé en el suelo, luego tendría que tirarla para que Ben no se diera cuenta. Me metí en la ducha. Me puse unos pantalones cortos y me metí en la cama. ¿Cómo podía una chica dibujarme? ¿Por qué no paraba de pensar en ella? ¿Por qué dudaba de si debía seguir la orden de Stephen? Debía seguirla y eso lo sabía, o si no me expulsarían de la manada. No podía dormir, no dejaba de pensar en ella y en el lobo de la pared. Serían las cinco o así cuando miré el reloj antes de quedarme durmiendo, la última imagen que me vino a la cabeza fueron sus ojos.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 7. Confusión.

 Pov Cris:

    Me desperté por el ruido que hacía mi madre en la cocina, revolviendo vasos y platos, estaría fregando. Tiré la colcha al suelo y me levanté un poco confundida, fui al cuarto de baño y abrí el agua caliente, me quité el pijama y me metí en la bañera. Salí a los quince minutos, me sequé el pelo y fui a mi habitación, abrí el armario y me puse unos pantalones vaqueros largos y una camiseta de lana. Cogí la mochila y fui a la cocina y desayuné una tostada y un vaso de leche, mi madre se habría ido cuando estaba en la ducha. Salí de mi casa, empecé a andar hacia el instituto, llevaba dos calles andando cuando Jake apareció con su coche y me dijo que subiera.
-          Hola Jake, no hacia falta que me llevaras, me gusta andar. – Le dije, aunque en verdad le agradecía que me hubiera recogido.
-          Hola, te dije que pasaría a recogerte y así lo he hecho, y además no me importa. – Me respondió.
Jake puso el coche en marcha y se dirigió hacia el instituto.
-          Bueno… ¿cuando te van a comprar el coche? – Arqueando las cejas.
-          Pues no lo se, ayer mi madre me dijo que de momento no podíamos permitírnoslo, ya sabes casa nueva…y todo eso, pero espero que pronto o si no te cansaras de ser mi chofer. – Le dije riendo.
-          Yo estoy encantado de ser tu chofer. -  Me respondió con esa sonrisa.
     Llegamos al instituto y nos encontramos con los amigos de Jake. No soy buena con los nombres pero creo que el chico alto y rubio se llamaba Damon y la chica rubia con los ojos azules, delgada y más o menos de mi estatura era Claire.
      Estuvimos hablando sobre todo, cuando tocó el timbre y tuvimos que ir a clase. Me tocaba lengua así que tuve que ir al último piso. Entré en clase y me senté en la última fila. Cuando el profesor entró en clase todo el mundo se calló, el Señor Jones empezó la clase pero alguien tocó la puerta y entró Logan, estaba buscando algún sitio libre y al darse cuenta de que el único que estaba libre era a mi lado, me lanzó otra de esas miradas. Perfecto, seguía odiandome. Se sentó a mi lado, tiró la mochila al suelo haciendo un montón de ruido y separó la silla lo más lejos de mí, y se puso a mirar a la pizarra.
     Puse los ojos en blanco y empecé a anotar los apuntes que estaba dando el Señor Jones. ¿Cómo podía ser tan antipático? Vale que no le guste la gente, pero no es mucho esfuerzo decir un hola. Encima ha interrumpido la clase y no ha pedido disculpas ni nada, y cuando ha visto que se tenía que sentar a mi lado la mirada que me ha echado.
    La campana me saltó de mis pensamientos y empecé a recoger mis libros. Entonces cogí y me puse rápidamente delante de Logan impidiéndole el paso.
-          Hola, soy Cris. – Le dije mostrando mi mejor sonrisa.
-          Hola. – Contestó secamente.
Esperé a que dijera algo pero no lo dijo.
-          ¿Cómo te llamas? – le pregunté.
-          Ya lo sabes.
Esa respuesta me dejó sorprendida.
-          No, no lo sé, ¿por qué lo dices? – dije, mintiendo.
-          No lo sabes – dijo burlándose. – Si que lo sabes, se lo preguntaste a tu amiguito Jake.
-          ¿Cómo sabes eso? – dije confundida.
-          Olvídalo, y no me hables, yo no soy tu amigo. – y se fue.
    Me quedé hay parada en medio del aula, confundida. ¿Cómo podía saber que le pregunté a Jake por él? No nos podía haber escuchado, era imposible.
Salí del aula y me dirigí a la siguiente clase. En esta me tocaba con Jake, menos mal por que no me apetecía estar con los amigos de él.
    Cuando acabaron las clases Jake se ofreció a llevarme a mi casa pero yo me negué, me apetecía dar un paseo por el bosque y aclarar mis ideas. Bueno más bien lo que había ocurrido con Logan en clase. Cuando no había nadie en el aparcamiento me dirigí hacia el bosque que había en la parte trasera del instituto y me adentré en el bosque.
No sé cuanto llevaba andando, pero no mucho, no estaba cansada. Saqué mi cámara de fotos y empecé a ellas fotos a todo lo que me rodeaba. Después de todo, mudarse tampoco había sido una mala idea, tenía bosques, playa y gente agradable, bueno menos uno. Sentía como que este era mi lugar, como si el destino hubiera querido que yo viniera aquí.
     Empezaba a hacer frío así que fui por donde había venido. Cuando estaba llegando al final del bosque, algo hizo que me tropezara y cayera de bruces, raspándome las manos y rompiéndome los pantalones. Busqué por el suelo y vi lo que había echo que cayera. Un zapato.