viernes, 2 de diciembre de 2011

Capítulo 10. Cámara

Pov Logan:

Me desperté un poco aturdido por todo lo que había pasado la noche anterior. Aún retumbaba en mi cabeza las palabras de Stephen como si me las estuviera diciendo ahora mismo. Me levanté de la cama y fui al baño para peinarme y asearme, cuando acabé cogí la mochila y bajé las escaleras corriendo. Ben estaba en la cocina tomándose un café apoyado en la encimera mientras leía el periódico. Entré en la cocina y abrí el frigorífico cogiendo una manzana.
-          Buenas días, Ben – le saludé con la mano.
-          Hola – dijo sin apartar la mirada del periódico.
-          Bueno me voy que llego tarde, que tengas un buen día – dije saliendo de la cocina.
-          Logan – escuché que me decía mi tío – Ven un momento.
-          Dime, Ben – entré de nuevo a la cocina, extrañado.
-          ¿Dónde estuviste anoche? – me pregunto serio.
Mierda, me había pillado.
-          Esto… estaba estudiando en casa de un amigo… y cuando llegué… me di cuenta que se me habían olvidado las llaves… y por no despertarte entré por la ventana de mi habitación.
Le explique convencido para que se lo creyera.
-          Ahh vale – se rascó la nuca – La próxima vez llama, no vaya a ser que te caigas y te hagas algo.
-          Claro – le sonreí y abrí la puerta del jardín, salí corriendo para que no me viera.
Me dirigí corriendo hacia el bosque para. Una vez allí me quité la ropa, la enterré en el mismo árbol donde tenía las demás y me transformé, cogí la mochila con los dientes y empecé a correr hacia el instituto.
Esta vez no vi a Cris, lo cual me entristeció un poco, tenía ganas de verla aunque solo fuera de lejos.
Llegué al bosque de detrás del instituto y me transformé otra vez en humano, metí la ropa sucia que estaba en el árbol en la mochila para lavarla, pero se me olvidó meter un zapato. Me peiné un poco y me dirigí al aparcamiento. Me senté en un banco que había allí y esperé a que sonara el timbre.
Tocó como siempre a las 8 en punto y me dirigí a clase, iba por el pasillo cuando la escuché reír. Tenía la risa más bonita que había escuchado nunca, un timbre melodioso y agradable. Me giré para observarla aunque solo fuera de lejos. Se estaba riendo de una cosa que había dicho el chucho de Jake. Se dirigían hacia mí pero ellos no se dieron cuenta. Cris pasó por mi lado, me miró y dejó de reírse, echándome una mirada furiosa. Jake no me miró pero me dio un leve empujón y me dedicó una sonrisa burlona lo que provocó que yo apretara la mandíbula y los puños. <<Imbécil>> Dije para mi mismo. Fui a clase y esperé a que acabara este infierno. En el recreo vi como Cris se sentaba con los amigos de Jake, ella no parecía estar muy cómoda rodeada de tanta gente pero lo intentaba disimular.
Por fin, acabaron las clases y como siempre fui al bosque a coger mi ropa. Cuando me estaba poniendo la camiseta escuché unos pasos en el bosque. Extrañado fui donde se escuchaban las pisadas. Aparté una rama y vi a Cris con una cámara de fotos en la mano. La seguí sigilosamente por todo el bosque, se movía lentamente mientras fotografiaba todo lo que veía. Cuando empezó a oscurecer, volvió al instituto pero justo antes de llegar fue hacía donde yo dejaba la ropa y se tropezó con un zapato. Mierda era mi zapato. ¿Cómo se me había olvidado echarlo en la mochila? Me dije para mi mismo enfadado. Vi como ella lo cogió y empezó a echarle fotos, se lo guardó en la mochila y luego lo tiró a la basura. Fue a su casa y escuché como enchufaba la ducha.
-          Vale, Logan, esta es la oportunidad – me dije para mi mismo.
Salté y me agarré a su ventana, subí fácilmente y me metí en su habitación. Busqué como loco la cámara en la mochila pero hice un poco de ruido.
-          ¿Hay alguien ahí? ¿Mamá eres tú? Cristina, habrá sido un pájaro en una rama. Escuché que preguntaba mientras me quedaba quieto, sin apenas respirar.
Encontré la cámara, caminé rápidamente hacia la ventana y salté cayendo de pie en el césped. Corrí hacia el bosque con la cámara en las manos y fui corriendo a mi casa.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Capítulo 9. Sola.

 Pov Cris:

Me levanté del suelo torpemente con el zapato en la mano, me limpié las hojas que se me habían quedado enredadas en la ropa y me sacudí el barro.
¿Porqué había un zapato en el bosque? Fue lo primero que se me paso por la cabeza pero luego deseché la idea de que debería de ser de algún campista, pero no era posible por que el zapato eran unas converses muy gastadas. Cogí la cámara y le eché unas cuantas fotos y lo metí en la mochila, ya lo tiraría después a la basura. Miré el reloj y vi que era demasiado tarde y que debería ponerme en marcha ya que si quería llegar a tiempo a cenar y más vale que fuera por que o sino mi madre se pondría histérica, tendría que empezar a andar.
Llegué al instituto en dos minutos y crucé el aparcamiento para llegar hasta la salida, apreté el paso para ir más rápido. Llegué a mi casa agotada, el paseo había dado sus estragos. Abrí la puerta de mi casa, me dirigí a la cocina y me encontré con una nota en el frigorífico.

Cariño, tienes la cena en la nevera, hemos ido a casa de unos socios de tu padre, llegaremos tarde, no nos esperes levantada, tus hermanas están con nosotros.

                                                                                                         Te quiero, cariño.

Vale me habían dejado sola. Perfecto. Era lo que necesitaba, estar relajada, sin interrupciones, para poder pensar… Fui al baño, me quité la ropa sucia y la metí en en el fondo de la ropa sucia para que mi madre no se diera cuenta, si llega a saber que me había metido en el bosque sola le daría un ataque.
Abrí el grifo del agua caliente, esperé a que se llenara la bañera y me metí dentro poco a poco sintiendo como el agua ardiendo me quemaba la piel, pero no me importaba al contrario me encantaba.
¿De quién será ese zapato? ¿Será de algún excursionista? No creo, estaba muy cerca del instituto. ¿Por qué había un zapato ahí? Todas estas preguntas se me pasaron como un relámpago por la cabeza, pero no tenía respuestas. Me sacó de mis pensamientos un ruido fuera.
-          ¿Hay alguien ahí? – dije asustada. Pero no hubo respuesta.
-          ¿Mamá eres tú? – volví a preguntar, pero tampoco hubo respuesta.
-          Cristina, habrá sido un pájaro en una rama.
La piel de las manos empezaba a arrugarse y decidí salir, me arreglé el pelo un poco y me puse mi pijama.
Fui hacia mi habitación y encendí el ordenador, que tardó lo suyo por que no había muy buena cobertura en el pueblo.
Abrí el correo para ver si había correos de mis amigos y así era. Tenía seis de mis amigos, que todos ponían lo mismo. ¿Por qué me había ido sin despedirme? ¿Cuándo volvería? ¿Si había hecho amigos? Y que me echaban muchísimo de menos.
Contesté a cada uno, lo que me llevo más tiempo de lo que quería, cuando acabé fui a coger la cámara para pasar las fotos al ordenador, pero no estaba, la cámara no estaba. Me puse a buscarla por todos lados pero no estaba en la mochila. Genial, solo me faltaba eso perder la cámara que tanto me había costado y por la que supliqué meses para que me la compraran. Sería mejor que mi madre no se enterara.
Me puse a hacer los deberes que me habían mandado ese día, que no eran muchos por lo que acabé muy pronto y fui a cenar, saqué la comida y me puse a comer sin ganas, cuando me comí medio plato lo tiré a la basura y lo fregué. Volví a subir a mi habitación y me puse a dibujar el zapato que me había encontrado en el bosque. Por lo menos tenía algo con lo que empezar. La caminata hizo efecto en cuanto me metí en la cama por que no recuerdo la hora en la que me quedé dormida pensando en el zapato.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Capítulo 8. Orden


Pov Logan:

Salí del cuarto de Cris por donde había entrado, estaba en estado de shock, no podía pensar con claridad. Fui caminando hasta llegar al bosque y me transformé, salí corriendo hacia la casa de Stephen y Zoe, tenía que contarles lo que había visto, seguramente estaban durmiendo, habían tenido patrulla dos días seguidos y ahora le tocaba a Vicky, pero esto era algo serio. ¿Cómo me había dibujado en forma de lobo? Y ese era yo por que los metamorfos cuando nos transformamos conservamos nuestros ojos de humano.
Llegué en cinco minutos y me transformé detrás de su casa donde siempre dejaban ropa para nosotros. Stephen al oírme salió corriendo en mi busca y al verme la cara de preocupación me preguntó que estaba pasando, detrás le seguía Zoe.
-          ¿Qué ha pasado? ¿Por qué traes esa cara? ¿Le ha pasado algo a Claire?¿Han cruzado la frontera?- Lo dijo tan rápido que me abrumé aún mas.
-          No le ha pasado nada a Claire y no han cruzado la frontera, es algo que tiene que ver conmigo. – Le contesté muy lentamente.
-          ¿Qué es? Me estas preocupando.
-          Hay una chica que se acaba de mudar. – Empecé diciendo- y el primer día Jake se hizo su amigo y ella le preguntó quién era yo porque se sentó a mi lado y después se subió en el coche de Jake…
-          ¿Eso es lo que te preocupa? ¿Qué sea amiga de nuestro enemigo? –Dijo Stephen riéndose de mi.
-          No…déjame acabar. – Le dije enfadado.
-          Vale, continua.
-          El otro día fui a su casa y me metí en su habitación…
-          ¿Cómo? ¿Te has colado en la casa de la chica?- Dijo Zoe, incrédula.
-          Se llama Cris y si me colé…- Dije un poco avergonzado.
-          ¡Nada de peros! ¡Te podían haber visto!- Dijo chillando.
-          Ya, pero no me vió, pero déjame acabar y luego me lo agradecerás. ¿Por donde iba?
-          Cuando te metiste en su habitación. – Dijo Stephen.
-          Así… me metí en su habitación y vi un blog de dibujo le eché una hojeada y habían lobos, ángeles, sirenas, bosques… pero cuando me giré en la pared había un lobo negro dibujado y al lado…un chico que tenía los mismo ojos que yo y se parecía a mí. – Vi la cara de Stephen, que no se podía creer lo que le acababa de decir.
Vale, había omitido lo del correo y lo de espiarla pero eso no era importante.
-          ¿Estás seguro que eras tú? –Dijo Zoe.
-          Zoe…creo que se como soy, y ese era yo, y además solo los metamorfos conservamos los ojos de humano y este lobo los tenía.
-          Logan… no te relaciones con esa chica, puede ponernos en peligro a todos y si es cierto que se junta con Jake y los suyos… - Dijo Stephen seriamente y sabía que lo de no relacionarse con Cris era una orden y que debería seguirla, pero no estaba seguro si quería seguirla…
-          Bueno me tengo que ir que mañana tengo clase. – Ya sabía yo que esto de ir a clase no sería bueno…
-          Vale, mañana nos vemos, adiós. – Dijo Zoe y Stephen.
Y se metieron en su casa. Me quité la ropa y la enterré y me transformé, fui a mi casa y sigilosamente escalé por la pared y me colé por la ventana de mi habitación. Ben estaba durmiendo y cuando duerme no hay ruido que lo despierte. Me quité la ropa y la dejé en el suelo, luego tendría que tirarla para que Ben no se diera cuenta. Me metí en la ducha. Me puse unos pantalones cortos y me metí en la cama. ¿Cómo podía una chica dibujarme? ¿Por qué no paraba de pensar en ella? ¿Por qué dudaba de si debía seguir la orden de Stephen? Debía seguirla y eso lo sabía, o si no me expulsarían de la manada. No podía dormir, no dejaba de pensar en ella y en el lobo de la pared. Serían las cinco o así cuando miré el reloj antes de quedarme durmiendo, la última imagen que me vino a la cabeza fueron sus ojos.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 7. Confusión.

 Pov Cris:

    Me desperté por el ruido que hacía mi madre en la cocina, revolviendo vasos y platos, estaría fregando. Tiré la colcha al suelo y me levanté un poco confundida, fui al cuarto de baño y abrí el agua caliente, me quité el pijama y me metí en la bañera. Salí a los quince minutos, me sequé el pelo y fui a mi habitación, abrí el armario y me puse unos pantalones vaqueros largos y una camiseta de lana. Cogí la mochila y fui a la cocina y desayuné una tostada y un vaso de leche, mi madre se habría ido cuando estaba en la ducha. Salí de mi casa, empecé a andar hacia el instituto, llevaba dos calles andando cuando Jake apareció con su coche y me dijo que subiera.
-          Hola Jake, no hacia falta que me llevaras, me gusta andar. – Le dije, aunque en verdad le agradecía que me hubiera recogido.
-          Hola, te dije que pasaría a recogerte y así lo he hecho, y además no me importa. – Me respondió.
Jake puso el coche en marcha y se dirigió hacia el instituto.
-          Bueno… ¿cuando te van a comprar el coche? – Arqueando las cejas.
-          Pues no lo se, ayer mi madre me dijo que de momento no podíamos permitírnoslo, ya sabes casa nueva…y todo eso, pero espero que pronto o si no te cansaras de ser mi chofer. – Le dije riendo.
-          Yo estoy encantado de ser tu chofer. -  Me respondió con esa sonrisa.
     Llegamos al instituto y nos encontramos con los amigos de Jake. No soy buena con los nombres pero creo que el chico alto y rubio se llamaba Damon y la chica rubia con los ojos azules, delgada y más o menos de mi estatura era Claire.
      Estuvimos hablando sobre todo, cuando tocó el timbre y tuvimos que ir a clase. Me tocaba lengua así que tuve que ir al último piso. Entré en clase y me senté en la última fila. Cuando el profesor entró en clase todo el mundo se calló, el Señor Jones empezó la clase pero alguien tocó la puerta y entró Logan, estaba buscando algún sitio libre y al darse cuenta de que el único que estaba libre era a mi lado, me lanzó otra de esas miradas. Perfecto, seguía odiandome. Se sentó a mi lado, tiró la mochila al suelo haciendo un montón de ruido y separó la silla lo más lejos de mí, y se puso a mirar a la pizarra.
     Puse los ojos en blanco y empecé a anotar los apuntes que estaba dando el Señor Jones. ¿Cómo podía ser tan antipático? Vale que no le guste la gente, pero no es mucho esfuerzo decir un hola. Encima ha interrumpido la clase y no ha pedido disculpas ni nada, y cuando ha visto que se tenía que sentar a mi lado la mirada que me ha echado.
    La campana me saltó de mis pensamientos y empecé a recoger mis libros. Entonces cogí y me puse rápidamente delante de Logan impidiéndole el paso.
-          Hola, soy Cris. – Le dije mostrando mi mejor sonrisa.
-          Hola. – Contestó secamente.
Esperé a que dijera algo pero no lo dijo.
-          ¿Cómo te llamas? – le pregunté.
-          Ya lo sabes.
Esa respuesta me dejó sorprendida.
-          No, no lo sé, ¿por qué lo dices? – dije, mintiendo.
-          No lo sabes – dijo burlándose. – Si que lo sabes, se lo preguntaste a tu amiguito Jake.
-          ¿Cómo sabes eso? – dije confundida.
-          Olvídalo, y no me hables, yo no soy tu amigo. – y se fue.
    Me quedé hay parada en medio del aula, confundida. ¿Cómo podía saber que le pregunté a Jake por él? No nos podía haber escuchado, era imposible.
Salí del aula y me dirigí a la siguiente clase. En esta me tocaba con Jake, menos mal por que no me apetecía estar con los amigos de él.
    Cuando acabaron las clases Jake se ofreció a llevarme a mi casa pero yo me negué, me apetecía dar un paseo por el bosque y aclarar mis ideas. Bueno más bien lo que había ocurrido con Logan en clase. Cuando no había nadie en el aparcamiento me dirigí hacia el bosque que había en la parte trasera del instituto y me adentré en el bosque.
No sé cuanto llevaba andando, pero no mucho, no estaba cansada. Saqué mi cámara de fotos y empecé a ellas fotos a todo lo que me rodeaba. Después de todo, mudarse tampoco había sido una mala idea, tenía bosques, playa y gente agradable, bueno menos uno. Sentía como que este era mi lugar, como si el destino hubiera querido que yo viniera aquí.
     Empezaba a hacer frío así que fui por donde había venido. Cuando estaba llegando al final del bosque, algo hizo que me tropezara y cayera de bruces, raspándome las manos y rompiéndome los pantalones. Busqué por el suelo y vi lo que había echo que cayera. Un zapato.


martes, 23 de agosto de 2011

Capítulo 6. Inspiración.


Me metí en el coche de Jake y sentí el calor de la calefacción en mi cara, lo que no viene nada mal cuando se esta empapada de la cabeza a los pies. Noté como Jake me miraba y me giré para saludarlo:
-          Hola Jake. Muchas gracias por llevarme, mis padres aun me tienen que comprar un coche.
-          De nada, cuando quieras.- Me respondió con esa sonrisa perfecta.
-          Mi casa no está muy lejos. – Le indiqué por donde se iba a mi casa y él se puso de camino.
A los diez minutos llegamos. Me bajé del coche y me dirigí hacia el porche de mi casa. Cuando alguien me llamó.
-    Cris, si quieres puedo venir a recogerte mañana y vamos al instituto juntos. –le                 escuché gritar.
-     Mmm…no se Jake no quiero ser una carga.
-     ¿Estás de broma? No me importa y además será un placer. – Soltó una leve risa.
-     Bueno, entonces esta bien. Adiós Jake, hasta mañana.
-     Adiós Cris, duerme bien.
Y vi como su coche desaparecía de la calle. Me metí en mi casa y fui a la cocina a comer pero no había nadie, como siempre. Comí lo primero que pillé y fui a mi habitación, me metí en el cuarto de baño y me dí una ducha de agua caliente. Cuando acabé de arreglarme y vestirme ya había parado de llover y me sorprendí al darme cuenta de que hacía sol. Sol. Cogí mi blog y me dirigí corriendo al jardín. Un tiempo así es un milagro en un lugar como este. Cogí una manta y la extendí en el césped. Me tumbé y empecé a dibujar. Simplemente desconecté del mundo. No sabía la hora que era, ni si habían venido ya mis hermanas, ni mis padres, sólo importaba mi blog y mi lápiz. Pensé en el chico que me miró de aquella forma que me hizo estremecerme, en como su mirada se había clavado en la mía y como después me había ignorado. También pensé en Jake, en su sonrisa y en lo simpático que es conmigo, en como me había llevado a casa sin conocerme y como me había integrado en su grupo de amigos sin importarle que pensarían, era un buen chico, justo lo que yo ahora necesitaba, alguien en quien apoyarme ahora que mi vida era un asco.
Un ruido me sacó de mis pensamientos.
Crack.
Paré de dibujar y me giré hacia el bosque. Nada, no había nada.
Seguí dibujando, hasta que empecé a notar que el cielo se ponía cada vez más negro amenazando con llover y decidí que ya era hora de parar y cogí mi blog y la manta y me metí dentro de casa. Justo en ese momento se abrió la puerta. Era mi madre con mi hermana pequeña.
-          Hola cariño, ¿Qué tal el primer día? – Me preguntó, sonriendo.
-          Bueno, no ha estado mal, pero me han tenido que traer, porque estaba lloviendo y como sabes no tengo coche. – Le respondí.
-          Cariño, sabes que ahora mismo no nos podemos permitir comprarte un coche, nos acabamos de mudar y tenemos más gastos.
-          Lo sé, perdona es que estoy un poco a la defensiva. Es que he estado fuera pintando y he escuchado un ruido, sería un conejo o algún otro animal.
-          Vale, te prometo que cuando podamos te compro el coche, ¿vale?
-          Vale, me voy a mi cuarto que estoy cansada. Buenas noches. – Le respondí con una sonrisa.
Subí a mi cuarto y enchufé mi portátil. Abrí mi e-mail y tenía mil mensajes de Claire. Mañana le respondería. Saqué los deberes que tenía y me puse a hacerlos, cuando me acordé de que una amiga de Jake me había dado el e-mail de Logan, por que nos había escuchado hablar de él.
Estuve dudando en si agregarlo o no, entonces mientras pensaba decidí que ya era hora de empezar a pintar mi habitación, cogí la brocha y empecé a pintar. No se cuanto tiempo me llevó pero creo que fue poco, estaba inspirada. Ya había pintado a un lobo aullando a la luna y aun muchacho, de ojos azules. Me metí por segunda vez a la ducha para quitarme la pintura, me puse una camiseta ancha y un pantalón y me tumbé en la cama a leer. No sé cuanto tiempo estuve leyendo, pero me quedé profundamente dormida.

viernes, 19 de agosto de 2011

Capítulo 5. Dibujo.

Pov Logan:

     Enfadado por ver a Cris metida en el coche de ese lobo. Fui corriendo hacia el bosque y me transformé sin preocuparme de que la ropa se rompiera. ¿Por qué me importaba tanto esa chica? Es como todas las demás. De repente uan voz me sacó de mis pensamientos era la voz de Stephen diciéndome que tenía que hacer hoy patrulla. Genial. Stephen es el alfa de la manada y tengo que acatar todas las ordenes que me de, cosa que odio.
     Me dirigí hacia la frontera para vigilar que ningun lobo de la manada enemiga la cruzara y me paré en seco cuando vi a una loba color arena. Zoe. Zoe es la esposa de Stephen y es como una madre para mí, cuando me transformé ella cuidó de mí y le estoy muy agradecido por eso.
-          Hola Zoe. – Le dije telepáticamente.
-          Hola Logan. – Me respondió.
-          ¿Han intentado pasar la frontera?
-          No, pero supongo que lo intentarán otra vez.
-          ¿Qué tal te ha ido hoy en el instituto?
Odio que me pregunten como me va el instituto, por que saben que voy por obligación, para que parezca un adolescente normal, pero no lo soy y no quiero serlo.
-          Como siempre… ya sabes…nada nuevo. – Le respondí.
Aunque mentía. Si había algo nuevo o mejor dicho alguien…
      Estuve cuatro horas haciendo guardia hasta que Stephen me dijo que ya me podía ir a casa. Iba ya por Forks cuando de repente noté un olor que se extendía hasta donde estaba, solo a unos cuantos metros de las casas. Seguí el rastro de ese olor, tan dulce y fresco. Escondí mi cuerpo de lobo todo lo que pude para asomarme y ver que era lo que desprendía semejante olor y ahí estaba ella, tumbada en el césped, con los auriculares puestos y dibujando. Le caía el pelo ondulado sobre la cara y el flequillo caía perfectamente sobre sus ojos, tapándole sus hermosos ojos.      Me giré para irme y entonces… Crack, partí una rama con mi zarpa. Mierda. Vi como ella miraba asustada hacia el bosque. Y yo me fui corriendo, dejándola allí, asustada de mi.
     Llegué a casa en cuatro minutos y me transformé. Cogí la ropa que había dejado de repuesto en un árbol y crucé el jardín y después el pasillo, subí a mi habitación y me tumbé en la cama. Al rato, enchufé mi portátil y miré mis mails, después me conecté en mi correo y vi que tenía una petición para agregar a alguien, la miré y allí estaba el correo de ella. No sabía que hacer, aceptar o no. Entonces decidí que ella no tendría que tener ningún contacto conmigo por que si perdía el control podría acabar herida o incluso muerta. Yo no era bueno para ella y eso lo debía de aceptar, pero entonces Jake tampoco por que si le hiciera algo, lo mato.  ¿Por qué estoy pensado en ella? ¿Si no es nada, ni nadie? ¿Por qué siento que tengo que protegerla?
¡Para ya de pensar en ella! ¡No puedes estar con ella! Abrí la ventana lleno de ira  y me lancé de cabeza sin impórtame que hubieran trece metros, cuando aterricé ya era un lobo y fui corriendo hacia el bosque, donde podía ser yo mismo, donde nadie podía mirarme con lastima por haber perdido a mis padres, donde podía ser solamente yo.
    No se cuanto tiempo estuve corriendo pero ya era entrada la noche cuando acabé en el jardín de ella. Sin importarme que me viera, salí del bosque y cruzé su jardín, donde me envolvió su aroma. Me transformé y me puse unos pantalones que llevaba atados en una pata. La casa no era muy grande, tenía dos pisos, por lo que las habitaciones estarían en el piso superior. Salía luz de una ventana y supe que era de ella por el olor que salía. Me subí a un árbol cercano y me asomé a la ventana. Y allí estaba, profundamente dormida, con un libro sobre su pecho que se elevaba al compás de su respiración. Recorrí con la mirada toda su habitación, había libros, montones de libros la verdad, un escritorio donde estaba un portátil blanco y encima había un blog de dibujo. Abrí sigilosamente la ventana y sin hacer ruido me metí en su habitación. Quería ver lo que había dibujado esta tarde en el jardín, abrí el blog cuidadosamente para no hacer ruido y despertarla. Había muchos dibujos, bosques, lagos, animales, ángeles, sirenas…y entonces es cuando lo ví un lobo negro y al lado de el lobo estaba un chico, un chico que se parecía mucho a mi. Abrumado, dejé el cuaderno justo como estaba y fui hacia la ventana y ahí estaba, en la pared un lobo negro aullando a la luna y al lado la cara de un lobo con los ojos azules como los míos.

domingo, 29 de mayo de 2011

Capítulo 4. Chica nueva.


POV Logan:

     Iba al instituto solo por obligación. Por mí como si se quemaba, no me importaba ya mi educación desde el año pasado, cuando me transforme en lobo, sólo iba porque mi padre adoptivo, Ben me obligaba a ir. Ben es mi padrino, mis padres habían muerto en un accidente de coche y Ben me había acogido en su casa de Forks un año atrás. Yo tenía una vida maravillosa en Los Ángeles pero todo cambió con el accidente, tuve que mudarme a ese estúpido pueblo donde no paraba de llover y hacía un frío helado.     Llevaba unos dos años viviendo allí cuando me transformé y un año como lobo.
Todo pasó en día normal, lo recuerdo como si fuera ayer.

Un día me empecé a sentirme mal, llegué del instituto y entré en casa agarrándome fuertemente el estómago, estaba sudando y tenía mucho calor. No había nadie en casa. Me fui a mi habitación y me tumbé en la cama hecho un ovillo. Me ardía mucho el estómago y mis gritos se ahogaban en la almohada. No se cómo pero oí una voz dentro de mi cabeza que me decía que fuera hacia el bosque, que había detrás del patio trasero. Fui arrastrándome hacía allí, el dolor era insoportable. Entonces ví a un hombre que me cogió en peso y me llevó hacia lo más profundo del bosque. A pesar de mis intentos de soltarme, no podía, era muy fuerte y yo cada vez tenía menos fuerzas. Anduvo mucho tiempo, creo que fueron dos horas. De repente se paró y me dejó en el suelo, levanté la cabeza para ver donde estábamos pero solo vi a cinco lobos alrededor de mí, me asusté. Me vino un dolor muy fuerte en el estómago y noté como mis huesos empezaban a dislocarse formando ángulos imposibles. Y ya no me importaron los lobos, por mí como si me comían, solo quería que el dolor parara ya. No podía aguantar el dolor era insoportable, gritaba y me retorcía pero eso no me aliviaba, me preguntaba que me estaba pasando pero no podía formular la pregunta debido a los gritos y gruñidos que me salían por la boca y finalmente sentí un dolor más fuerte que todo lo demás y me transformé en un lobo negro.

     Desayuné una taza de café bien cargado, esa noche me había tocado patrullar los alrededores y no había dormido nada. Ben estaba leyendo el periódico con su taza de café en la mano y le daba pequeños sorbos. Yo miraba la televisión distraídamente. Se me hacía tarde, no podía coger la moto por que no me daría  tiempo y si llegaba tarde Ben se enfadaba muchísimo y no tenía ganas de discutir con él.
     Ben se despidió de mí y se dirigió a su coche, al oír como arrancaba me fui directo al patio de atrás y me adentré en el bosque. Me quité la ropa y me la enrollé en la cinta que llevaba en el tobillo para llevar la ropa cuando me transformaba. Y empecé a correr para entrar en fase y me convertí en lobo.
    Iba corriendo por el bosque, sintiendo bajo mis pies la tierra húmeda debido a la lluvia, cuando percibí un olor que nunca había olido cerca de la carretera. Me acerqué y me paré en unos arbustos para observar de donde provenía ese olor.
     Era una chica, tenía el pelo ondulado y largo, marrón claro y tenía flequillo. Era de estatura normal pero su cuerpo era la de una modelo, tenía las medidas perfectas. Sus ojos eran verdes pardos y la tez blanca como la nieve y unos labios carnosos y rojos.    Tenía cara de niña buena que no hubiera roto en su vida un plato.
Cuando salí de mi ensoñación me puse a correr hacía el instituto.
Entonces vi como se giraba hacia mí justamente cuando empecé a correr. Mierda. Seguro que me había visto el costado.
Seguí mi camino pensando en ella y llegué al instituto sin darme cuenta, me dirigí detrás del instituto donde empezaba el bosque y me transforme, me puse la ropa que era unos pantalones vaqueros, una camiseta blanca de manga corta, a pesar de ser invierno y que iba a diluviar mi temperatura corporal era de 42ºC y no tenía para nada frío. Y me dirigí a la puerta de entrada.
     Vi como la chica se sentaba en un banco sola y como ese creído de Jake se sentó a su lado y le habló.
     Lo odiaba con todas mis fuerzas, era tan creído, imbécil, idiota, chulo… No lo soportaba. Use mi oído para averiguar cual era el nombre de esa chica y descubrí que se llamaba Cristina y que era española debido a su acento.
     Tocó la campana y me dirigí a matemáticas mi primera clase. Me senté al final y me puse cómodo, pero no duró mucho porque por la puerta apareció la chica de la carretera.    
    El profesor le dijo que se sentara conmigo. Conmigo. Se dirigió al pupitre solitario de mi lado y se sentó. Me miró de reojo y yo clavé mi mirada en la suya. Le eché una mirada asesina y ella se giró. Era mejor que no fuéramos amigos por su bien. Estuvo toda la clase sin mirarme. Cuando sonó el timbre me levante rápidamente y me dirigí hacia la puerta y salí. En la hora del recreo, me senté en la mesa de siempre, yo solo. Nadie quería ser mi amigo y se lo agradecía, no era bueno para nadie. Si me enfadaba podía  entrar en fase y todo el mundo sabría mi secreto y del resto de la manada. Yo aun era inestable, tenían que pasar al menos dos años para empezar a controlar mi ira y no transformarme, pero e cada persona variaba y no se podía saber con exactitud.
     Oí como Cristina me miraba y le preguntaba al presumido de Jake que quien era yo. ¿Un momento que quién era yo? ¿Por qué esa chica quería saber quién era yo? Y entonces Jake le dijo que era un tío raro y que no me relacionaba con nadie. Será idiota, claro que quería relacionarme con alguien pero no podía poner el peligro a nadie y menos a ella. ¿A ella? ¿Cómo que a ella? Pero si ella no era nada para mí solo la había visto tres veces.
     Tocó el timbre y me saco de mis pensamientos, me levante lentamente y me dirigí a mi próxima clase. Menos mal en esta no estaba Cristina.
     Las horas pasaron muy lentas y cuando tocó el timbre para salir me dirigí al bosque pero un pitido de un coche hizo que me girara y viera como Cristina se metía en el coche de ese lobo mimado.